Autoconocimiento y Emociones

Es muy importante conocer nuestras emociones, saber lo que nos hace feliz, lo que nos hace triste. Cuáles son las emociones que están más presentes en nuestro día a día y como aumentar las emociones positivas en nuestra rutina para mejorar la calidad de vida.

El autoconocimiento es la capacidad de comprender y tener conciencia de uno mismo, incluyendo nuestros pensamientos, emociones, habilidades, fortalezas, debilidades, motivaciones y valores. Es una habilidad esencial para el desarrollo personal y la autogestión emocional, ya que nos permite entender quiénes somos realmente y cómo nuestras acciones y decisiones afectan nuestra vida y la de los demás.

Los pensamientos que pasan en nuestras cabezas, son el significado que damos mediante a una situación, cada persona interpreta diferente de la otra, porque son experiencias de vidas diferentes, aunque fueran hermanos. De eses pensamientos, desencadena una emoción. Estes pensamientos son trabajados con técnicas de flexibilización cognitiva para conseguir el cambio necesario de la emoción. Que muchas veces sufrimos más de lo que es necesario.

Conocer nuestras fortalezas y aplicarlas en nuestras debilidades, conocer nuestros valores y no exigir que todas las otras personas tienen los mismos valores que los tuyos, es esencial para vivir de una manera más plena. Que tu motivación viene después de una acción y no al revés. Todo eso es parte de tu autoconocimiento

En consecuencia de nuestras emociones tenemos conductas muchas veces descontroladas o la que no se ve adecuada. Eso es debido a no saber regular sus emociones, por eso el papel del profesional es fundamental en ese camino.

El autoconocimiento es un proceso continuo y puede ser desarrollado a través de mucha reflexión. El psicólogo consigue enseñar el paciente a manejar las emociones, hacer la regulación emocional, y cambiar las conductas que cree que no son adecuadas. Muchas veces repetimos patrones de comportamiento aprendidos en la infancia, y con la terapia conseguimos romper estos patrones.

Al conocer nuestros puntos fuertes y débiles, podemos tomar decisiones más informadas sobre cómo desarrollarnos personalmente y profesionalmente, cómo relacionarnos con los demás de manera efectiva.

Además, el autoconocimiento es un requisito previo para el desarrollo de otras habilidades como la empatía, la inteligencia emocional y el liderazgo. Por lo tanto, es importante dedicar tiempo y esfuerzo para desarrollar nuestra capacidad de autoconocimiento.